Las orejas afectan considerablemente al atractivo global y al armonía de nuestro rostro, por ello los diversos procedimientos que existen acostumbran a tener un impacto estético elevado. La intervención más demandada es la corrección del tamaño y/o forma de las orejas, sobretodo las conocidas como de soplillo. Sin embargo, el lóbulo por si solo puede causar una inconformidad estética; éstos se pueden romper, rasgar o descolgar a causa de los pendientes, uso de dilataciones, piercings o por algún accidente.

Cada vez hay más pacientes que buscan soluciones a estas alteraciones de la oreja en nuestra consulta, contamos con un procedimiento llamado lobuloplastia, una intervención sencilla y rápida sin necesidad de ingreso hospitalario.

Causas y razones de las deformidades

Existe una variedad de razones por las cuales mis pacientes optan por la reparación del lóbulo. Algunos quieren corregir deformidades hereditarias o congénitas; pueden haber nacido con los lóbulos de las orejas demasiado grandes o con alguna deformidad.

Sin embargo, lo más frecuente es realizar esta cirugía para reparar algún tipo de daño en los lóbulos. Se trata de una zona muy suave y flexible, compuesta principalmente de piel y de grasa, sin cartílago, por lo que son propensos a desgarrarse o alargarse con el paso del tiempo. Por lo general, el daño se debe a una de las tres principales causas:

• Los pendientes grandes y pesados

Los pendientes que son muy grandes o pesados pueden tirar el lóbulo de la oreja, estirando y deformando el agujero original, incluso puede hacer que el desgarro se alargue más hasta dividir el lóbulo por el centro.

Además, el proceso general de envejecimiento, que causa la caída de casi todos los tejidos de nuestro cuerpo, también afecta al lóbulo, lo que agrava los efectos del uso prolongado de pendientes o piercings pesados.

• Dilataciones

Cada vez está más de moda estirarse los lóbulos intencionalmente con las conocidas dilataciones; un tipo de perforación corporal que implica el aumento progresivo del tamaño del agujero del lóbulo para acomodar pendientes cada vez más grandes.

Desafortunadamente, después de todo el proceso terminado, algunas personas se arrepienten de haberlo hecho, ya no les gusta la apariencia o incluso pueden interferir en su vida social o profesional. Estos pacientes normalmente desean la reparación del lóbulo para tener su “vieja” forma otra vez.

• Traumatismos o lesiones

Puede ser que el lóbulo se dañe repentinamente, normalmente debido a algún traumatismo, desde una lesión deportiva a un tirón por un pendiente que no quería salir. El resultado generalmente es un desgarro vertical, dividiendo el lóbulo de la oreja en dos partes.

Sea cual sea la causa, un lóbulo roto puede ser doloroso además de desagradable a la vista de los demás, por suerte nuestro equipo los puede restaurar fácilmente, otorgándoles una apariencia natural y acorde con el rostro de nuestros pacientes.

¿Cómo es la intervención?

La reparación del lóbulo de la oreja es un procedimiento sencillo, ambulatorio y mediante anestesia local. Existen varias técnicas dependiendo de la gravedad del daño. Si se trata de un desgarro parcial, simplemente removemos la parte dañada de la piel y mediante pequeñas suturas unimos la piel de forma natural.

Si se trata de un desgarro total, será necesaria una cirugía más extensa. Esto puede involucrar la reordenación del tejido sano del lóbulo para reemplazar el tejido dañado para finalmente rediseñar el lóbulo de la oreja.

Las reparaciones del lóbulo de la oreja tardan entre 15 minutos a una hora en realizarse. Se trata de un procedimiento indoloro en el cual los pacientes pueden volver a casa tras la intervención.

Los resultados

Normalmente los resultados finales se muestras a las 6 semanas, cuando la inflamación haya disminuido completamente. El paciente observará unas orejas simétricas, naturales y con un contorno “normal”. Además nuestra técnica no deja ningún tipo de cicatriz a la vista de los demás.

Después de dos o tres meses, las orejas podrán perforarse otra vez, sin embargo los lóbulos serán más débiles que los originales, siendo más susceptibles a desgarrarse, por lo que se recomienda no usar pendientes muy grandes o pesados.

Si estás considerando reparar el lóbulo de la oreja, no dudes en contactar con nosotros, estudiaremos tu caso y te ofreceremos el tratamiento que se adapte mejor a tus necesidades y deseos.

Parece que estamos a punto de conseguir restaurar la estructura de la oreja en el propio paciente. Algo que parecía posible en un futuro lejano, cada vez está más cerca. Un grupo de científicos chinos han cultivado una oreja perfectamente compatible en un laboratorio y la han injertado en un paciente, siendo una de las primeras operaciones de medicina regenerativa del mundo.

Una innovadora técnica les permitió utilizar las propias células del cartílago de la oreja del paciente para formar una nueva. Se realizó en cinco niños que padecen de una afección conocida como mirotia, en la cual se observa un oído externo subdesarrollado.

Esta intervención experimental empezó hace dos años y medio, cuando el primer niño se sometió al procedimiento y, hasta la fecha, no ha mostrado signos de que el cuerpo haya rechazado las nuevas células.

Actualmente, los tratamientos ampliamente utilizados para la microtia incluyen el uso de orejas protésicas de silicona, o la reconstrucción del cartílago de costillas, que tiene resultados mixtos.

La tecnología y el 3D

La nueva técnica utilizada consiste en realizar un escáner del oído sano del paciente, tras invertir la forma y dimensiones, se procede a imprimir un molde 3D biodegradable con unos pequeños agujeros.

Las células de cartílago extraídas del oído no afectado del receptor se utilizan para rellenar los orificios mientras el nuevo oído está todavía en el laboratorio. A lo largo de tres meses las células del cartílago comienzan a crecer dentro del molde creado anteriormente hasta que el propio molde de la oreja comienza a romperse. Mientras este proceso está en marcha, la oreja se injerta en el receptor.

Un gran avance

Realmente se trata de un enfoque muy emocionante y estaremos muy atentos a esta investigación, es el paso más cerca a conseguir la regeneración de un elemento propio del paciente.

Ahora los científicos supervisarán a los receptores durante los próximos cinco años para evaluar y confirmar el éxito del procedimiento. Comprobarán si las orejas permanecen intactas después de que el molde se haya roto por completo, y deberán trabajar para perfeccionar el procedimiento con la esperanza de producir unas orejas cada vez más naturales.

El ratón de la oreja

Esta intervención parece estar inspirada en el ratón de la oreja, un ratón de laboratorio que parecía tener un oído humano creciendo en su espalda. Se trata de un experimento de 1997 realizado por un equipo del Massachusetts General Hospital de Boston, en el que en primera instancia se pensó que un ratón fue manipulado genéticamente para hacer crecerle una oreja. Obviamente la técnica provocó protestas de derechos de los animales a pesar de que al final es confirmó que la oreja fue solamente injertada en la espalda del ratón.